A lo mejor en otros barrios es diferente, aunque imagino que cada lugar de esta ciudad tiene sus propios demonios, su propio rencor por la distancia que se agranda entre lo que esperas y lo que tienes. Entre lo que necesitas ser y lo que te dejan que seas. Entre las ganas de decir y el desinterés por escuchar. Porque a veces eso es lo único que tengo claro de esta maldita edad. Toda esa gente que mira por encima del hombro y te dice con aire de suficiencia que esto pasará, que ya vendrán tiempos mejores, que ese dolor que ahora sientes es pasajero, como si la adolescencia fuera un espejismo, un maldito ensayo de la vida que va a venir. La vida es ahora. Y duele tanto como los golpes que Javi y Asier acaban de darse. Como los que yo me he llevado por intentar separarlos. Aunque nadie más nos haya visto. Aunque nadie nos oiga (…)
Nadie nos Oye
Nando López (1977)
Ilustración: Mari Fouz
13 de julio de 2022
Publicado en: Los socios escriben