La Torre Eiffel estaba siendo descargada por un enorme carguero espacial cuya sombra cubría casi en su totalidad el nuevo complejo de Bodyline. La torre se hallaba sujeta por una maraña de cadenas doradas que surgían de la enorme panza abierta de la nave. Alrededor de ambas revoloteaba un sinfín de operarios que se afanaban para que todo se llevara a cabo con eficiencia. Desde primera hora de la mañana había empezado a acumularse un impresionante gentío en los alrededores. Todos los balcones y miradores estaban repletos de público, había barcazas sobre el lago y naves en suspensión fuera del perímetro de seguridad establecido por Sistema. Ese perímetro rodeaba a la plataforma, a la torre y a un espectacular escenario sobre el agua destinado a acoger la ceremonia de inauguración del complejo. Junto a la inmensa nave carguero maniobraba la Querétaro, el crucero de recreo del presidente de Bodyline Enterprise. Era una nave impresionante con forma de proyectil achatado por su parte delantera; su fuselaje negro parecía plagado de minúsculas estrellas. Y como telón de fondo, en el cielo, el impresionante Júpiter. (…)
Mala Racha
José Antonio Cotrina (1972)
Ilustración: Ángel Luis Sánchez
11 de julio de 2022
Publicado en: Los socios escriben